Alimentos ecológicos para niños

Alimentos ecológicos para niños

Consejos para introducir la alimentación ecológica a los niños

Los niños también son capaces de apreciar una alimentación ecológica y equilibrada, ¡aunque a veces subestimemos su paladar! En ocasiones, evitamos ofrecerles alimentos que pensamos que no les gustarán o que no sabrán disfrutar, pero la realidad es que los niños suelen ser más abiertos y curiosos que los adultos.

Durante la infancia, desarrollamos una sensibilidad especial hacia los sabores y los alimentos que nos rodean, comprendiendo la importancia de cuidar el planeta a través de la comida orgánica y creando recuerdos en torno a ella. Por eso es importante educar desde pequeños sobre el valor de una alimentación ecológica, que les beneficia tanto a ellos como al planeta.

Aquí tienes algunos consejos para introducir la alimentación ecológica a los niños.

  1. La educación importa

La educación es fundamental para que los niños y niñas entiendan la importancia de comer eco y bio. Antes de llevar la comida orgánica a la mesa, es crucial educar a los niños sobre la importancia de elegir alimentos que respeten el medio ambiente y sean beneficiosos para ellos. De manera sencilla y lúdica, explícales la diferencia entre los alimentos convencionales y los orgánicos, destacando cómo los últimos son cultivados sin pesticidas ni químicos dañinos.

  • ¡Ir al super es una aventura!

Involucra a los niños en el proceso de compra de alimentos ecológicos. Visitar mercados locales, granjas orgánicas o tiendas especializadas puede convertirse en una emocionante aventura. Deja que toquen, huelan y elijan frutas, verduras y otros productos. Esta interacción directa les proporciona una comprensión más profunda de la procedencia de los alimentos y fomenta una conexión positiva con las opciones ecológicas.

  • Cocinar juntos lo que vamos a comernos

Convertir la preparación de comidas en un proyecto familiar crea una conexión especial con la comida. Invita a los niños a participar en la cocina, eligiendo ingredientes frescos y orgánicos. Explícales cómo cada ingrediente contribuye al bienestar y cómo el proceso de cocinar puede ser tan divertido como sabroso.

  • Snacks saludables

Transforma los snacks cotidianos en opciones equilibradas y ecológicas. Sustituye las galletas procesadas por frutas frescas, palitos de verduras con humus o frutos secos orgánicos. Anima a los niños a probar nuevas combinaciones y sabores y convierte la hora de la merienda en una oportunidad para descubrir delicias naturales.

  • Una historia en mi plato

Crea narrativas interesantes sobre la procedencia de los alimentos que llegan a la mesa. Explícales la historia detrás de cada plato, desde la semilla hasta el pan ecológico que pones en la mesa, resaltando cómo elegir alimentos ecológicos contribuye a la preservación de la tierra y la biodiversidad.

  • Mi propio huerto urbano

Crear un huerto urbano con niños es una experiencia educativa y enriquecedora que va más allá de la simple siembra de semillas. Este proyecto proporciona a los niños la oportunidad de aprender sobre la naturaleza, el ciclo de vida de las plantas y la importancia de la sostenibilidad. Al involucrarse en la preparación del suelo, la siembra de semillas, el riego y el cuidado diario, los niños desarrollan habilidades prácticas y también adquieren conocimientos sobre la importancia de una alimentación saludable y el respeto por el medio ambiente. ¡Anímate! No es tan difícil.

7. Predicar con el ejemplo

Los niños aprenden mejor a través del ejemplo. Si incorporas alimentos ecológicos en tu propia dieta diaria, estarás estableciendo un modelo positivo para tus hijos. Comparte tus experiencias, explicando por qué eliges ciertos alimentos y cómo estos contribuyen a tu bienestar general.

Hagamos que cada bocado cuente hacia un futuro más verde y nutritivo para nuestros hijos e hijas.

Alimentos transgénicos y OGM ¿Por qué debemos evitarlos?

Alimentos transgénicos y OGM ¿Por qué debemos evitarlos?

¿Alguna vez te has preguntado sobre los alimentos transgénicos y OGM? ¿Los consumes? ¿Sabes por qué debemos evitarlos? Hoy vamos a hablar de ello.

El uso de alimentos transgénicos y organismos genéticamente modificados (OGM) es, sin duda, uno de los temas más controvertidos en la industria alimentaria. ¿Son buenos? ¿Son malos? Estos productos, increíblemente populares en la producción industrial y a gran escala, plantean preguntas importantes sobre su impacto en la alimentación humana y en el medio ambiente.

Pero ¿qué son exactamente los alimentos transgénicos y OGM?

Los OGM son organismos genéticamente modificados, es decir plantas o animales que han sido alterados genéticamente de alguna manera. Los OGM son la base de los alimentos transgénicos, aquellos que contienen ingredientes modificados genéticamente de manera que incorporan genes de otras especies con el objetivo de mejorar sus características. Por ejemplo, tomates más resistentes a las plagas o granos que toleran mejor los herbicidas.

Uno de los principales argumentos en contra de los alimentos transgénicos es su impacto en el medio ambiente. Aunque es cierto que los alimentos transgénicos tienen una mayor resistencia a plagas y herbicidas, esta puede llevar a una mayor dependencia de productos químicos agrícolas, lo que contribuye al aumento de la contaminación ambiental y a la degradación del suelo. Además, la liberación de OGM en la naturaleza genera un gran impacto en la biodiversidad y la contaminación genética de especies autóctonas.

Elige siempre alimentos ecológicos

Los productos ecológicos se producen utilizando prácticas sostenibles que respetan el medio ambiente y promueven la biodiversidad. Y, lo más importante, están libres de OGM y de ingredientes transgénicos, lo que los convierte en la mejor opción para quienes buscamos una dieta más saludable y ecológicamente más consciente. Los alimentos ecológicos se cultivan sin el uso de pesticidas sintéticos, herbicidas químicos o fertilizantes artificiales. En lugar de depender de productos químicos, se fomenta el uso de técnicas agrícolas sostenibles como la rotación de cultivos, el compostaje y la cría de ganado en sistemas de pastoreo. Esto no solo reduce la contaminación del suelo y del agua, sino que también respeta la salud de los trabajadores agrícolas. ¡Todo son beneficios!

¿Por qué elegir alimentos ecológicos y orgánicos?

  • Salud

Los productos ecológicos tienden a ser más saludables, ya que no contienen residuos de pesticidas ni ingredientes transgénicos.

  • Bienestar animal

Los productos ecológicos aseguran el bienestar de los animales.

  • Protección del medio ambiente

La producción de alimentos orgánicos y ecológicos es más respetuosa con el medio ambiente debido a que utiliza prácticas sostenibles y está enfocada en la conservación de los recursos naturales.

  • Mejora de la biodiversidad

Fomentar la biodiversidad y la salud de los suelos es fundamental en la producción de alimentos ecológicos, lo que beneficia a los ecosistemas locales.

  • Apoyo a la agricultura local

Optar por alimentos orgánicos y ecológicos significa apoyar a los agricultores locales y sostenibles, algo fundamental para contribuir a las economías locales.

¿Le has echado un vistazo a tu nevera? Puede que encuentres alimentos transgénicos fácilmente sustituibles por productos eco y bio. Revisa los alimentos transgénicos y sustitúyelos por alimentos eco ¡Haz el cambio y di adiós a los OGM!

Recuerda que para encontrarlos, no tienes más que consultar la etiqueta: si contiene la Eurohoja, ¡es ecológico!

¿Qué es el greenwashing?

¿Qué es el greenwashing?

La mentira tras los alimentos pseudoecológicos

¿Has notado cómo muchas marcas intentan disfrazar sus productos con una apariencia «eco”? Algunas hasta visten sus alimentos con colores verdes y añaden palabras como «natural» o “artesanal”. Probablemente te has topado con cantidad de estos productos pseudoecológicos o pseudobio y hasta puede que más de una vez te hayan dado gato por liebre.

Es lo que llamamos el greenwashing.

Un truco de marketing engañoso para confundir a los consumidores haciéndoles creer que son productos ecológicos cuando en realidad no lo son. No te dejes engañar, si un producto no lleva la etiqueta que certifica que es realmente eco, es porque simplemente no cumple con los requisitos para serlo.

Algunas empresas u organizaciones quieren aparentar responsabilidad con el medio ambiente, pero en realidad no están comprometidas con la sostenibilidad ni con la protección del planeta. Así que ya sabes, mantén los ojos bien abiertos y no te dejes seducir por las falsas promesas «verdes».

Que no te engañen

Existen varias maneras de identificar el greenwashing. A simple vista, pueden parecer alimentos orgánicos, pero si los observas con detenimiento verás que no lo son. Si no quieres que te engañen, sigue estos pasos.

  1. Compra consciente

A menudo, debido a las prisas, al ritmo de vida que llevamos o a las mil cosas que tenemos en la cabeza, vamos por el supermercado echando cosas en el carrito prácticamente sin detenernos a mirar lo que estamos comprando. Esta es la mejor manera de que se nos cuelen alimentos pseudoecológicos en nuestra compra, así que, detente y observa bien lo que compras.

  • Investigación y etiquetado

El envase y el etiquetado de este tipo de productos suelen llevar a confusión (está pensado precisamente para eso), pero con un poco de ojo no es nada complicado detectar el greenwashing. Para empezar, si contiene las palabras “verde”, “natural”, “artesanal”, “tradicional”… empieza a sospechar. Si un supuesto pavo bio viene rodeado de este tipo de palabrería es que probablemente no lo sea. Estos trucos suelen esconder productos de apariencia ecológica auténtica, pero en realidad, muchos de ellos no cumplen con los estándares reales de sostenibilidad. Si, además, la etiqueta es de color verde o tiene una estética que recuerda a la naturaleza, ¡sospecha de nuevo! Esto es más común de lo que parece: grandes marcas que todos conocemos incluyen el greenwashing en sus prácticas o lo han incluido alguna vez. Pero si al observar el envase todavía tienes dudas, investiga la marca: accede a su página web, infórmate sobre los métodos de producción; si no son eco, lo sabrás enseguida.

  • La hoja verde

Estos productos, además de una estética que recuerda a lo ecológico, acostumbran a incluir afirmaciones que sugieren responsabilidad ambiental. Pero la verdadera responsabilidad ambiental es mucho más que una frase bonita en un anuncio; esta viene siempre determinada por la Eurohoja. Si no tiene el sello, no es ecológico.

Mucho ojo con los sellos que llevan a confusión; muchos de estos productos incluyen falsos sellos con hojas verdes y lemas como “100 % reciclable”.

  • Ecológico, orgánico o biológico

Esto es muy sencillo: todos los productos eco contienen alguna de estas palabras (o sus abreviaturas eco y bio) en el etiquetado. Si no aparecen, simplemente no lo son. ¡Más claro que el agua!

¡Si aún te quedan dudas, consulta aquí cómo reconocer un producto ecológico!

Ahora bien, todo esto no quiere decir que muchas marcas no estén haciendo esfuerzos por mejorar sus productos, reducir el plástico en sus envases o tratar de ser más “verdes”. Todo esto es algo positivo, por supuesto, pero eso no quiere decir que estemos ante productos ecológicos. Te animamos a leer detenidamente la información de cada producto con la Eurohoja.

Con esto tienes información más que suficiente para detectar el greenwashing.

Beneficios de los alimentos ecológicos  

Beneficios de los alimentos ecológicos  

Para que no te quede ninguna duda  

Los alimentos y las bebidas ecológicas son buenas para ti y buenas para el planeta, pero ¿sabes cuáles son exactamente los beneficios de consumir productos eco?  

Te lo explicamos punto por punto (¡hay bastantes!).  

Frenan el cambio climático gracias a la reducción de la huella de carbono 

La producción ecológica genera, sin duda, una menor huella medioambiental. El ejemplo más destacado lo tenemos en el olivar ecológico, que reduce la huella de carbono hasta un 100 %. Para proteger el planeta, los alimentos ecológicos son el único camino.  

Mantienen la biodiversidad de las especies 

Los procesos de producción eco mejoran la fertilidad del suelo, no dañan a otras especies y previenen el efecto invernadero. Además, la rotación de cultivos es beneficiosa para el entorno y para el suelo.  

Aseguran el bienestar animal 

Las granjas que llevan a cabo una producción ecológica garantizan el bienestar animal. En ellas, los animales tienen acceso a espacios al aire libre, se alimentan de forma natural y se evita el uso de hormonas y antibióticos.  

Recuperan y conservan el mundo rural 

La producción ecológica ha desempeñado un papel fundamental en el desarrollo de las zonas rurales gracias a la generación de empleo, a la incorporación de jóvenes y a la lucha contra el despoblamiento. Además, aseguran una mayor presencia de la mujer en el ámbito agrario. 

Apoyan la agricultura local 

Consumir eco es también apoyar a los agricultores locales que sufren las consecuencias negativas de la industria alimenticia masiva. ¡Consume eco y local! 

Máxima garantía de calidad  

El sistema de producción ecológica es un sistema que respeta los ciclos biológicos de los alimentos. Esto hace que los alimentos conserven todas sus vitaminas y minerales. Además, una fertilización orgánica aporta unas cantidades de agua adecuadas que mantienen un equilibrio entre la materia seca y acuosa en el alimento. Pocos productos en el mercado tienen una garantía de calidad mayor que los alimentos eco.   

Sabor  

En un kilo de producto ecológico encontramos más porcentaje de alimento que en uno de convencional. Esto se debe, principalmente, a la diferencia de fertilización, que aporta menos cantidad de agua al alimento. Recuerda: las frutas y verduras ecológicas tienen un sabor incomparable que no se encuentra en los alimentos que no son eco. Volvamos al sabor.  

Ética  

Consumir comida ecológica es, sencillamente, la mejor decisión para preservar y proteger el medio ambiente y garantizar un futuro sostenible para nosotros y para las generaciones que vendrán.    

¿Te has convencido? Tu elección es importante para la ecología y el medio ambiente, así que recuerda buscar la hoja verde siempre que escojas tus alimentos. ¡El futuro está en tu mesa!

Cómo reconocer los alimentos ecológicos

Cómo reconocer los alimentos ecológicos

Puede que seas un experto o experta rastreador de productos ecológicos o puede que te hayan dado gato por liebre más de una vez. Sea como sea, a veces no es tan fácil diferenciar los productos eco de los que no lo son.  

Algunos supermercados facilitan la tarea al incluir islas completas o pasillos dedicados exclusivamente a fruta, verdura, vino… en definitiva, a productos ecológicos. Sin embargo, no siempre es tan sencillo. El hecho de que el supermercado ofrezca esta sección no garantiza que todos los productos sean verdaderamente ecológicos. Y es que, lamentablemente, el súper se ha visto invadido por pseudoalimentos eco. Ante esta situación, queremos ayudarte a ser un consumidor astuto y capaz de identificar los productos que sí son ecológicos.  

  ¡Busca la Eurohoja!Esta es la clave 

Todos los productos eco de la Unión Europea deben llevar obligatoriamente una etiqueta que lo certifique. Por eso, es muy fácil reconocerlos: solo hay que buscar la Eurohoja.   

La Eurohoja es un distintivo otorgado por la Unión Europea a productos que cumplen una serie de requisitos. Al estar regulado, nos aseguramos de que los alimentos que contienen este sello en su etiqueta son, efectivamente, ecológicos.  

Recuerda que la producción ecológica implica, cómo no, respetar las normas de agricultura ecológica. Por tanto, para que un alimento esté etiquetado con la Eurohoja, debe cumplir dichas normas. Estos son los principios fundamentales

  • Prohibición del uso de OMG.  
  • Prohibición del uso de radiaciones ionizantes.  
  • Limitación del uso de fertilizantes artificiales, herbicidas y plaguicidas.  
  • Prohibición del uso de hormonas y restricción del uso de antibióticos solo cuando sea necesario para la salud animal.  

Verde que te quiero… ¿verde?  

No te dejes engañar por un simple embalaje verde en un producto del supermercado. A simple vista, podrías asumir que se trata de un alimento ecológico, sin embargo, que el paquete de un producto sea ‘aparentemente eco’ no quiere decir que realmente lo sea.   

Todos hemos caído alguna vez en la trampa, por eso, no olvides que es obligatorio etiquetar los productos ecológicos en todos los países de la UE con la Eurohoja de la que ya hemos hablado.   

Este sello certifica que el producto cumple con los estándares y requisitos establecidos para ser considerado ecológico/biológico/orgánico —todos ellos sinónimos—.   

¡Ya tienes toda la información! Ahora solo queda ponerla en práctica. Recuerda que comprando producto ecológico estás cuidando del planeta y de tu futuro.  

También te puede interesar: Ecológico, bio, orgánico… ¿Cuál es la verdadera diferencia?

Eco, bio, orgánico… ¿Hay alguna diferencia? Desentrañando la confusión

Eco, bio, orgánico… ¿Hay alguna diferencia? Desentrañando la confusión

A estas alturas, las palabras ecológico, biológico, orgánico y las abreviaturas eco y bio, están totalmente integradas en nuestro vocabulario. Las vemos en la televisión, en redes sociales, en vallas publicitarias y, sobre todo, en el supermercado. Están en las conversaciones de trabajo y en la calle. Pero ¿te has parado a pensar qué significan realmente? ¿En qué se diferencian?

No te preocupes, todos hemos tenido esas mismas dudas alguna vez. Sin embargo, la respuesta es sencilla:

No hay ninguna diferencia.

Como lo oyes. Es común acudir a internet para tratar de desentrañar el enigma. A causa de ello, la confusión se ha hecho más y más grande y cada persona dice una cosa distinta. Y es que hay cientos de páginas que alimentan la confusión y que explican las supuestas diferencias de este tipo de alimentos. Pero, como te decimos, la realidad es mucho más sencilla.

En este artículo nos hemos propuesto acabar de una vez por todas con la confusión: cuando hablamos de ecológico, biológico y orgánico, o de las abreviaturas eco o bio realmente estamos hablando de lo mismo.

El Reglamento (UE) 2018/848 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos recoge los términos protegidos en cada país miembro para hacer referencia a este sistema y, en España, son: ecológico, biológico y orgánico.

Cabe destacar que estos alimentos están producidos por un sistema de gestión sostenible que se basa en una serie de principios, tales como el respeto de los sistemas y los ciclos naturales; la conservación de elementos del paisaje natural; la utilización responsable de la energía y recursos naturales o el mantenimiento de un nivel elevado de bienestar animal, entre otros. Además, para su producción no se han usado Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y tienen limitado el uso de fertilizantes artificiales, herbicidas y plaguicidas.

En este sentido, de lo único de lo que tienes que preocuparte es de la etiqueta. ¡Que no te la cuelen! No basta con que el embalaje sea verde, parezca artesano o tenga un nombre que remita al campo. Si no tiene la Eurohoja, no es un producto eco o bio. La Eurohoja es el rectángulo verde con una hoja formada por estrellas blancas que habrás visto cientos de veces en las etiquetas de muchos productos.

¡Echa un vistazo aquí y lo entenderás a la primera!

Cuando consultes la etiqueta de un producto, ten en cuenta estos cuatro puntos:

  1. Que aparezca la palabra ecológico, orgánico, biológico o sus abreviaturas eco o bio.
  2. Que contenga el sello de la Unión Europea: la Eurohoja.
  3. Que aparezca el código del organismo de control que certifica el origen del producto y las materias primas.
  4. Que aparezca el logotipo de la entidad de certificación -aunque esto es optativo-.

Así sí, ¿no? Como ves, era mucho más fácil de lo que te habían contado.

Así que, recuerda, cuando eliges alimentos con la Eurohoja, estás apostando por el futuro. ¡No lo olvides! El futuro está en tu mesa.