Verde por dentro, verde por fuera

Hacia un futuro sin plásticos

A estas alturas, nadie duda de lo nocivos que son los plásticos para el medioambiente y para la salud de las personas. Podríamos dar mil razones para tratar de convencer de que el uso de materiales no biodegradables es increíblemente perjudicial para el planeta, pero está ya bastante claro… ¿O no?

Sabemos que el plástico puede tardar cientos de años en degradarse por completo. Sabemos que nuestros océanos están llenos de plásticos y microplásticos que ingerimos a través de los peces y que contaminan el medioambiente y los ecosistemas marinos. Sabemos que los ríos y los montes están plagados de materiales no biodegradables que no solo ensucian el entorno, sino que además son perjudiciales para la flora y la fauna. Sabemos el impacto que tiene el plástico en la salud humana. Sin embargo, a pesar de todo, seguimos consumiendo y fabricando toda clase de productos y envases de plástico. Tan solo la industria cosmética produce 120 000 millones de envases cada año, y la gran mayoría de ellos son de plástico.

Por eso es importante no sólo consumir productos eco y bio, sino también prestar especial atención a los envases (¡y comprar a granel siempre que sea posible!).

Alimentación ecológica y envases biodegradables

En este sentido, para la alimentación ecológica es fundamental utilizar envases biodegradables que no perjudiquen el medioambiente. No se trata únicamente de que los productos eco sean sostenibles por dentro, sino también por fuera. Por ello, el envasado respetuoso debe cuidar el planeta y estar en consonancia con las 7R: rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar.

Para reconocer a las empresas que se esfuerzan por obtener envases innovadores y sostenibles, existen los premios Ecodiseño organizados por Ecovalia, que destacan los mejores envases de productos ecológicos y bio. El concurso premia envases que no solo sean sostenibles, sino que también lo parezcan.

Los premios Ecodiseño valoran que los productos tengan una imagen sostenible y un envasado respetuoso con el medioambiente y cuyos materiales sean reciclados.

Presta mucha atención en el súper a los productos que cumplen con estas características (¡y tienen la etiqueta de la hoja verde!) y hazte con ellos siempre que puedas.

Recuerda:

  1. Trata de comprar productos cuyos envases contengan materiales biodegradables (esto se aplica también a champús, dentífricos, cremas, geles…).
  2. Si tienes que comprar algo que viene envasado en plástico: ¡RECÍCLALO!
  3. Reutiliza los envases siempre que puedas. El vidrio, por ejemplo, es perfecto para guardar sobras, funciona como tupper y es ideal para almacenar alimentos.
  4. Si puedes, participa en la limpieza de los entornos que visitas recogiendo la basura no biodegradable que encuentres (esto puede ser una muy buena actividad con niños y niñas).
  5. No lo tires, ¡repáralo! Estamos muy mal acostumbrados a tirar todo lo que se estropea, pero es importante que recuperemos las viejas costumbres: reparar es clave para dejar de consumir a la velocidad a la que lo hacemos.
  6. Abre bien los ojos: prácticamente todo lo que consumimos está envuelto o fabricado con plástico, desde la comida hasta los productos de limpieza, desde los productos de higiene personal hasta los embalajes de lo que compramos por internet. Es importante que nos eduquemos y empecemos a fijarnos en los envases y envoltorios de lo que consumimos: ¿es realmente necesario comprar unos plátanos o unos aguacates en una bandeja de porexpán y envueltos en papel film? ¡Claro que no!

Fuentes:

  1. Informe de Greenpeace: Reciclar no es suficiente. La gestión de residuos de envases plásticos en España.
  2. Premios Ecodiseño
  3. La revolución del plástico sostenible llega a la cosmética
  4. Microplásticos en la comida: su efecto en la salud y cómo reducirlos