La mentira tras los alimentos pseudoecológicos
¿Has notado cómo muchas marcas intentan disfrazar sus productos con una apariencia «eco”? Algunas hasta visten sus alimentos con colores verdes y añaden palabras como «natural» o “artesanal”. Probablemente te has topado con cantidad de estos productos pseudoecológicos o pseudobio y hasta puede que más de una vez te hayan dado gato por liebre.
Es lo que llamamos el greenwashing.
Un truco de marketing engañoso para confundir a los consumidores haciéndoles creer que son productos ecológicos cuando en realidad no lo son. No te dejes engañar, si un producto no lleva la etiqueta que certifica que es realmente eco, es porque simplemente no cumple con los requisitos para serlo.
Algunas empresas u organizaciones quieren aparentar responsabilidad con el medio ambiente, pero en realidad no están comprometidas con la sostenibilidad ni con la protección del planeta. Así que ya sabes, mantén los ojos bien abiertos y no te dejes seducir por las falsas promesas «verdes».
Que no te engañen
Existen varias maneras de identificar el greenwashing. A simple vista, pueden parecer alimentos orgánicos, pero si los observas con detenimiento verás que no lo son. Si no quieres que te engañen, sigue estos pasos.
- Compra consciente
A menudo, debido a las prisas, al ritmo de vida que llevamos o a las mil cosas que tenemos en la cabeza, vamos por el supermercado echando cosas en el carrito prácticamente sin detenernos a mirar lo que estamos comprando. Esta es la mejor manera de que se nos cuelen alimentos pseudoecológicos en nuestra compra, así que, detente y observa bien lo que compras.
- Investigación y etiquetado
El envase y el etiquetado de este tipo de productos suelen llevar a confusión (está pensado precisamente para eso), pero con un poco de ojo no es nada complicado detectar el greenwashing. Para empezar, si contiene las palabras “verde”, “natural”, “artesanal”, “tradicional”… empieza a sospechar. Si un supuesto pavo bio viene rodeado de este tipo de palabrería es que probablemente no lo sea. Estos trucos suelen esconder productos de apariencia ecológica auténtica, pero en realidad, muchos de ellos no cumplen con los estándares reales de sostenibilidad. Si, además, la etiqueta es de color verde o tiene una estética que recuerda a la naturaleza, ¡sospecha de nuevo! Esto es más común de lo que parece: grandes marcas que todos conocemos incluyen el greenwashing en sus prácticas o lo han incluido alguna vez. Pero si al observar el envase todavía tienes dudas, investiga la marca: accede a su página web, infórmate sobre los métodos de producción; si no son eco, lo sabrás enseguida.
- La hoja verde
Estos productos, además de una estética que recuerda a lo ecológico, acostumbran a incluir afirmaciones que sugieren responsabilidad ambiental. Pero la verdadera responsabilidad ambiental es mucho más que una frase bonita en un anuncio; esta viene siempre determinada por la Eurohoja. Si no tiene el sello, no es ecológico.
Mucho ojo con los sellos que llevan a confusión; muchos de estos productos incluyen falsos sellos con hojas verdes y lemas como “100 % reciclable”.
- Ecológico, orgánico o biológico
Esto es muy sencillo: todos los productos eco contienen alguna de estas palabras (o sus abreviaturas eco y bio) en el etiquetado. Si no aparecen, simplemente no lo son. ¡Más claro que el agua!
¡Si aún te quedan dudas, consulta aquí cómo reconocer un producto ecológico!
Ahora bien, todo esto no quiere decir que muchas marcas no estén haciendo esfuerzos por mejorar sus productos, reducir el plástico en sus envases o tratar de ser más “verdes”. Todo esto es algo positivo, por supuesto, pero eso no quiere decir que estemos ante productos ecológicos. Te animamos a leer detenidamente la información de cada producto con la Eurohoja.
Con esto tienes información más que suficiente para detectar el greenwashing.